Un CNE Parcializado no es un CNE: ¿Y las instrucciones?

Antonio Rivero reunido en el Centro Carter

Fuente: https://instagram.com/p/0s_aOiwqe7/

Recientemente he escuchado una propuesta llena de pasión, acompañada de ademanes amplios, inflexiones conocidas y una extensa revisión de datos técnicos.

Dicha propuesta viene de una persona que ha estado en las entrañas del monstruo, y de alguna manera, ha logrado salir de él. Este monstruo, por cierto, es uno de dos cabezas, una roja-rojita y otra azul con un copetico color naranja.

Lo que dice, y cómo lo dice -sobre todo desde donde lo dice- está dirigido a mentes ávidas de acción, a voluntarios activos que han probado la adrenalina de las calles, con un generoso mensaje hacer algo anhelado desde hace al menos una década.

No hace falta mayor esfuerzo para recordar la última vez que nos dijeron lo que debíamos hacer, pero se olvidaron de darnos las instrucciones. Hace poco más de un año, un grupo de disidentes de la MUD llamó a La Calle. Se convirtieron en las ovejas negras de la MUD, desafiaron a la autoridad máxima, se miraron feo, pero ni las ovejas anaranjadas renunciaron, ni el pastor azul las expulsó.
Aquella acción disidente recibió como nombre: La Salida.

Publicamente llamaban a la calle, promovían la confrontación, el desplazamiento, la exposición y el caos. Acciones que han probado ser totalmente inefectivas en la situación actual.

Por otra parte, en privado se reunían con los grupos de defensa del voto para explicarles que la salida debía ser únicamente, según ellos, por una de estas tres vías:
1. La constituyente
2. El revocatorio o
3. La enmienda

Calle y voto. El oxímoron.

Eso fue a mediados de 2014. Dos años antes de la posible aplicación de un Revocatorio, que por cierto, en el caso que nos ocupa, es el equivalente a divorciarse de un violador con el cual nunca te casaste. A mediados de 2014 estaban recogiendo firmas para la constituyente, dilapidando miles de horas hombre en el intento. A finales del mismo año estaban pidiendo la renuncia del ilegítimo, en un documento para la transición que -por cierto- también olvidó las instrucciones.

Nunca hubo intención alguna de explicar a la gente cómo era que se debía organizar. No se difundieron detalladas normas de seguridad, ni de conformación de equipos. Se participó en las elecciones reviolatorias el 25 de mayo, donde las esposas de los ahora precandidatos al parlamento, salieron triunfantes. Se dejó pasar el tiempo, y la calle se enfrió, y las parlamentarias llegaron. Esa falta de instrucciones, con una promoción del voto, resultaron invariablemente en un espaldarazo al invasor.

Ahora, y desde la misma tolda naranja, ese compete de la cabeza azul del monstruo en cuestión, sale otra oveja negra, y repite parte de la escena: -"Impedir las elecciones"!- clama. Pero curiosamente aspira que la acción sea coordinada por la MUD, el principal cómplice del régimen, que necesita tanto o más que su socio de las elecciones para subsistir. Y mientas envía el mensaje hacia los oídos de la resistencia, las otras ovejas de su rebaño se ocupan de inscribir candidatos para circuitos inconstitucionales, acatar consensos inconstitucionales, y aparentar una excesiva normalidad, realizando caravanas, pintas y volanteos para la "fiesta electoral".

Tiempo y elecciones son aquí para el régimen lo que la muerte y los impuestos en el imperio. Y estas ovejas de la MUD, le dan al régimen tiempo y elecciones a manos llenas.

Hablar de impedir, primero sin decir cómo, y después endosando tal responsabilidad al confeso traidor acantonado en la MUD, es incoherente, como por cierto, también lo sería el siguiente paso: pedir condiciones!

A un invasor que ya tiene un cómplice adentro, no se le pueden pedir "Condiciones"!
¿Quien -con tan patético desenvolvimiento- se va a poner a negar condiciones, tratándose de unas elecciones no-presidenciales, no-plebiscitarias, no determinantes, pues?!

Tiby y el G2 pueden dar todas las condiciones que les exijan y alguna ñapa también. Pueden entregar la Asamblea Nacional, y aún les quedan las comunas... y los decretos. Regalando el 100% de curules a la coalición oposicionista, el régimen ganaría un flamante botón de reconocimiento en el pecho del maltrecho árbitro y lograría todo un año de ilusión y expectativas hacia el revocatorio... y la gente muriendo, o haciendo cola, mientras tanto.

No se puede ser de un partido y estar en apariencia, en contra del partido. El General Antonio Rivero no puede ser de la Resistencia mientras milita en Voluntad Popular. No puede llamar a impedir elecciones sin decirnos cómo. No puede pretender que sea la MUD quien las impida. No puede pedir condiciones al invasor y no puede invitar a los ciudadanos a que avalen por VIGÉSIMA vez al ya desnudo COMPLOT.