Alguna vez advertí que no creía en amor de meretrices ni en senilidad de comunistas, y lo recuerdo ahora pues no era necesario endiosar, en niveles tan rastreros, a los representantes del régimen: No hay justificación para enviar mensajes de irracional miedo, directamente al subconsciente del lector inadvertido.
Lo escuché en vivo, cuando vino a Monagas en 2007, enviado por Manuel Rosales con la finalidad de explicarnos las razones que justificarían permitir, en ese entonces, el que una elección controlada diera al traste con nuestra constitución.
Allá, en los Pueblos del Sur, advertí a Luis Enrique Gil y a María Gabriela Hernández sobre lo nocivo del discurso del comunista. Puse en sus proipias manos una copia de la carta donde, en representación de la Mesa, le daba al gobierno todo el tiempo necesario para montar el Complot Padre.
Luego, les mostré los vídeos donde el comunista, haciendo alarde del manejo subliminal del discurso, subía el tono de la voz, aumentaba la energía de sus ademanes y enfatizaba la supuesta grandeza del ahora insepulto.
Recuerdo que hasta tuve un roce por el tema del subliminal discurso con mi amiga Dayana Duzoglou, que afortunadamente no pasó a mayores.
Ahora, quien habiendo actuado solo y en nombre de la Mesa de Negociación y Acuerdos, otorgó al régimen 10 largos meses de crecimiento al registro electoral, de misiones populistas y de compra de maquinitas de lotería para el Referéndum Blindado del 2004, nos deja ver el lado oscuro de su corazón, por escrito, en su artículo "Policía del Pensamiento".
Y en este punto, rectifico: Ciertamente hay justificación para enviar todos esos mensajes de miedo al subconsciente del lector inadvertido: no es otra que producir su parálisis.
Sólo la protesta organizada, multicéntrica, cauta, sostenida, constitucional y democrática nos devolverá la soberanía, y para ello, debemos volvernos sordos a los cantos de sirenas.
Por una Venezuela gobernada por venezolanos.
Ludwig Moreno
A propósito de: Policía del Pensamiento, por Américo Martín http://www.elnuevoherald.com/2014/06/13/1771372/americo-martin-policia-del-pensamiento.html#storylink=cpy
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