Cuando la gente no vota, no se organiza, no estructura grupos que respalden acciones y posiciones, que representen a la gente que no vota, ocurre lo del 2005. Cuando el régimen percibió en 2005 que la gente no iba a votar, decidió adelantar posiciones con AD y PJ. Primero levantaron las banderas de la abstención, y luego que la gente no votó por ellos, entonces asumieron el liderazgo, convocaron a una marcha y finalmente reconocieron aquella elección espuria.
Cuando se Salva el Voto, y se expresan de forma coherente las razones por las cuales no se vota por ninguna opción, y tampoco se vota nulo, entonces la representación de ese grupo que salva el voto no puede ser asumida por una de las partes que presentó su candidatura. Pues precisamente, la acción de salvar el voto, manifiesta el rechazo hacia cada uno de los candidatos, hacia sus propuestas, hacia su adaptación al sistema, hacia su subordinación a un árbitro que es considerado no apto por quienes salvan el voto.
Resulta entonces imposible, que luego de salvar su voto, un ciudadano delegue su representación en uno de los candidatos que haya participado en esa contienda electoral. Y esa es la primera gran diferencia con el 2005. En aquella oportunidad, una formidable masa se pronunció contra el sistema, absteniéndose, pero cometió el error de seguir a algunos de los candidatos que no habían recibido los votos, que habían aceptado las condiciones, que habían avalado al sistema, y que -incluso- habían votado.
Otra diferencia es que la manifestación ciudadana ocurrió el mismo día de las parlamentarias del 2005, y no antes. El ambiente era de excesiva normalidad. Cuando se salva el voto, los ciudadanos, en el marco del proceso electoral, depositarios del poder originario, empoderados en una organización horizontal que corresponde con una red estructurada, expresan su legítima condición de disidentes ANTES del evento electoral. Se identifican unos a otros, se reconocen y se manifiestan como una mayoría que ejerce un sufragio particular: salvando su voto. Es por eso que la fecha de inicio del proceso de salvamento del voto es el 29 de noviembre, una semana antes de la celebración de las falsas elecciones parlamentarias en teoría convocadas para el 6 de diciembre del presente año.
Por una Venezuela gobernada por venezolanos.
#SalvaTuVoto
Ludwig Moreno
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