Es grato ver que cada vez nos acercamos más a un consenso sobre lo que sucede. Ahora Venezuela necesita que nos acerquemos hacia un consenso sobre lo que hay que hacer.
Las ambiciones politiqueas personales y oportunismos consecuentes no comenzaron a imponerse ayer, por encima a la noble causa de la liberación nacional. En realidad, el cogollo de la MUd, desde antes de firmar el acta de la traición el 24 de septiembre de 2012, ya había decidido cuales eran sus prioridades. Lo demostró cuando el 5 de enero de 2016 no sabía aún cuál sería su plan para sacar del gobierno a Maduro en 6 meses, lo demostró cuando les hizo perder el tiempo con un revocatorio espurio. Leo demostró cuando destituyó a Maduro el 9 de enero de 2017 pero no ofició a las embajadas, ni al a OEA, ni a la ONU, ni aplicó ninguna medida para hacer efectiva tal destitución. Y definitivamente lo demostró cuando le allanó el camino a la constituyente comunista mediante protestas racionadas, los lunes y jueves, con trancas parciales en las vías principales, de 10 am a 2 pm, una consulta vinculante sin vinculación alguna con la realidad, y a la postre, una cohabitación obscena en el hemiciclo.
Está claro: No hay ningún fraude electoral, lo que hay es una componenda de las izquierdas para mantenerse en el poder. Por eso hoy Primero Justicia y Acción Democrática están validando al CNE. Entiéndase: luego de haber allanado el camino a la constituyente, la convocatoria a llenar planillas el día de hoy para presentarlas ante la ANC, no es más que una humillación.
La abstención militante debimos haberla aplicado en 2015 contra los ahora cómplices confesos de la tiranía, para quitarles el piso político con el cual han avalado y otorgado tiempo a cada acción del régimen. Recuerden ustedes que los farsantes cómplices del régimen administraron la abstención de 2005 cuando era evidente el desprecio de los ciudadanos tras el fraude del 2004. Hoy quieren repetir esa historia. Los comunistas cómplices, estabilizadores de oficio, y mercaderes de esperanzas, quieren volver a levantar la misma bandera de la abstención intrascendente para dar otros 13 años al invasor. Sí, ya pasaron 13 años desde que Henry Ramos Allup y Maria Corina Machado recorrieron el país y los medios para que la gente no votara, y luego no hicieron nada con todo ese caudal político acumulado. Sólo se limitaron a ver cómo Julio Borges llevaba una carta con una marcha a la Asamblea Roja-Rojita el 23 de enero de 2006, con la única finalidad de legitimar a unos diputados electos con menos del 12% de los votos.
La lucha pacífica no violenta, junto a la desobediencia civil, no participación y no colaboración, han demostrado ser el método más efectivo para recuperar la soberanía de un país saqueado. Lo único que requiere es un poco de compromiso y la convicción de que los deberes no deben ser delegados a traidores: debemos organizarnos nosotros y no creer que los siempre-cómplices van a hacernos un favor. Basta ya de inocencias y torpezas!
Nos tardamos TRECE AÑOS en ponernos de acuerdo sobre el diagnóstico. Por favor, no permitamos que tengan que pasar otros TRECE AÑOS para ponernos de acuerdo sobre el tratamiento.
Por una Venezuela gobernada por venezolanos,
#SalvaTuVoto
No comments:
Post a Comment